Sunday, March 13, 2011

historias incomodas

Me han encantado los cuentos de Guadalupe Nettel que hemos leído. El subtítulo "Y otras historias incomodas" me parece muy apropriada pues los cuentos que hemos leído revelan encuentras incomodas que permiten conexiones sorprendentes. En el primer cuento, Ptosis (que refiere a una condición en que un párpado se inclina), se encuentra una intimidad repentina entre un fotógrafo que trabaja por un médico (su padre?) tomando fotos de gente con ptosis. Los párpados, para el fotógrafo, toman una importancia casi de fetiche. El ptosis es la fuente de vergüenza para una mujer joven que quiere tener una operación pero revela al fotógrafo una vulnerabilidad exquisita. Cuando ella decide tener la operación, el fotógrafo no puede verla más; la condición permitió su conexión y él(?) no puede aguantar verla como todos los que han estado debajo el escalpelo del doctor.

En el segundo cuento, Transpersiana, una mujer(?) espía a su compañera de cuarto atractiva y su pretendiente por una ventana en la casa. La ventana los separa, crea una distancia por un lado. Pero lo pasa por la ventana también permite una conexión repentina y sorprendente. La chica ve al novio de su compañera masturbándose en la cocina mientras que la compañera lo espera. El novio podría darse cuenta que la chica lo mira (o no) pero no le molesta. Es como si el lo ofrezca sí mismo a ella y ella, con su mirada, lo acepta. La ventana aquí es una ventana literal y figurativa que pretende ofrecer aislamiento pero que, en realidad, permite un intercambio y intimidad.

En el último, una chica que jura desde el principio que quiere aislarse en una isla con su tía y el novio de su tía y no hablar con nadie. Pero cuando aparece una francesa la conexión que resulta pasa bastante inevitablemente. La frialdad inicial que demostraba la chica hacía la francesa derrite cuando ella se da cuenta que la madre de la francesa está muriendo y que la francesa no es la típica chica sociable y con muchos amigos que pensaba (confesa, por ejemplo, que no realmente tiene un novio, era mentira). Cuando se muere la madre, la protagonista quiere abrirse a Michelle pero no parece saber exactamente cómo. Quiere abrazarla pero no lo hace. Finalmente, expone a Michelle la fuente de su propia vergüenza--su "seno puntiagudo," que Michelle acepta sin palabra como un gesto de consuelo, amor y intimidad.

1 comment:

  1. Me encantaron tus (?). Qué hay detrás de esa duda. Claro, el género de la persona. Un él que puede ser ella, o viceversa. Pero, ¿Por qué nos hacemos la pregunta? PArece obvio, mas hay un asunto de identidad funcionando muy fuertemente. ¿POdría ser alguien solamente ese "?"?
    La ventana que ofrece aislamiento y conexión, mejor dicho, que transforma lo uno en lo otro. Está muy bien esa imagen: a pesar de la distancia se consigue un grado de intimidad (tratas de esto también en el blog anterior) importante. O sea, la intimidad y la conexión no es algo 'físico'. Pero también puede serlo, como en el tercer cuento, donde el aislamiento sí se rompe físicamente...
    parece que en todos estos relatos el tema se reitera una y otra vez: aislamiento. Y aunque lo hemos dicho mucho, vale la pena repetirlo: en un mundo cada vez más conectado, más rápido, donde podemos llamar a quien queramos en cualquier momento, se piensa más en el aislamiento y la soledad. Sabemos que es así, pero ¿por qué es así? ¿Es simplemente una relación directamente proporcional: a más facebook, menos conexión real? ¿Hay algo 'real' que cambia o es nuestra percepción de esa realidad?

    ReplyDelete