Saturday, March 19, 2011

Lina Meruane

Disfruté mucho el taller con Lina Meruane, fue una experiencia muy interesante poder hablar con la autora sobre sus propias obras, saber algo de su proceso creativo y sus ideas sobre la literatura, la relación entre escritores, la relación entre la literatura, el/la escritor/a y el mercado y el público, etc. etc. Nunca he asistido un taller así y me alegro mucho que lo haya podido hacer!

Ella habló un poco sobre el tema de la turbulencia y la violencia (física, psíquico, etc.) del proceso de maduración desde la infancia hasta la edad adulta. Me parece que este podría ser un tema que conecta todos los cuentos que leímos--o, por lo menos, Reina de piques, Platos sucios y Hojas de afeitar. Son cuentos distintos, claro, pero creo que todos tratan con un aspecto de esa turbulencia que experimentan todos (se supone--ha supuesto ella!).

Reina de piques es un cuento que es, por un lado, muy desolador y inquietante pero, por otro lado, muy bonito porque la espeluznante violencia del cuento se filtra por el niño (y, habiendo leído el cuento otra vez, es claro que es un niño porque referirse con adjetivos masculinos) a través de un juego de naipes, que representa, para el narrador, una forma de entender la violencia que experimenta y también otra forma de pensar en esa violencia para los lectores. (Teniendo en cuenta esa interpretación, el cuento dialoga un poco con películas como El laberinto del fauna o La vida es bella--hasta cierto punto, por lo menos) La reina puede representar la vergüenza de ese niño ser afeminado (en las palabras de su padre o del tío que le llama "reina"), la feminización de la violencia o también la falta de una presencia femenina en la vida del narrador y el desequilibrio peligroso que produce.

Platos sucios también me parece tratar (de forma menos alarmante) con la idea de la familia como inestable. La chica limpia los platos mientras sus hermanos (chicos todos) comen. Esta posición tradicional de la mujer limpiando y los hombres comiendo con gusto nos se presenta como una forma de violencia, yo diría, porque vemos que la narradora está preocupado con el gusto con que sus hermanos comen, y parece amarga pero devota a su tarea. Pero este resentimiento comprensible produce una obsesión en ella con la limpieza, la pureza. Antes de poder hablar con su padre, tiene que estar limpia, vacía.

Hojas de afeitar examina esa turbulencia desde otra perspectiva--no de la perspectiva de la familia inestable sino de sociedad disfuncional. Me parece interesante también cómo Meruane ha invertido un poco las expectativas del lector--conocemos las historias de niños o hombre jóvenes en fraternities (la violencia, la insistencia en conformar, las rituales extrañas y violentas) y de las chicas en los internados (el cepillado de cabello, experimentación sexual inocente)...pero Hojas nos ofrece una historia de chicas en un internado actuando como esperamos que actúen los hombres--con tanto ferocidad. La experimentación sexual inocente se hace algo amenazador. Tenemos la idea de una feminidad ideal (y de la vergüenza y la violencia sexual) pero una que se impone por las propias mujeres, entre mujeres.

En fin, he disfrutado mucho los cuentos y el taller también!

1 comment:

  1. En alguna parte leí que nuestro tiempo es uno de turbulencias. Excelente imagen para describir los relatos de Meruane. Turbulencia, me parece, tanto en el sentido que implica de violencia como en el de movimiento y sacudida, de sacarnos de nuestro asiento cómodo. COmo cuando vamos en avión y hay turbulencias y uno, asustado/a, se tiene que agarrar del asiento y piensa 'ojalá que esto no se caiga'.
    EL diálogo que vez con El laberinto del fauno y la vida es bella, me intriga. Hay algo un tanto perturbador, creo que aludes a eso, en la relación entre la niñez y la violencia (y luego también en lo que llamas la feminización de la violencia). Pienso en mosntruos. ¿Cómo son los mosntruos de los cuentos de Meruane? No digo que no hay, al contrario, me parece que sí, como niños, como mujeres, como cualquiera de nosotros quizás.
    ASí como señalas que no solemos pensar en una femineidad ideal impuesta desde las mujeres (pero ¿es realmente desde las mujeres?), ¿crees que es posible desarticular todas nuestras creencias, concepciones, ideas, estereotipos, desde el ser mujer/hombre? No sé. COmo siempre lo que surgen son más y más preguntas

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